Search
Close this search box.

Descubren Profundo Impacto de las LCT en Nuevo Estudio

SOMMERVILLE, Massachusetts — En un nuevo estudio publicado en la revista Cerebral Cortex el 8 de marzo de 2024, científicos de la Facultad de Medicina de Tufts University resaltaron el extenso impacto de las LCT en la función cerebral. Dirigido por Samantha Bottom-Tanzer, estudiante de MD/PhD en neurociencia, el equipo de investigación reveló que las lesiones cerebrales traumáticas, a menudo causadas por accidentes automovilísticos o caídas, pueden desencadenar cambios profundos en el cerebro.

A través de experimentos con ratones de laboratorio, los investigadores descubrieron un esfuerzo colaborativo entre los dos hemisferios cerebrales para forjar nuevas conexiones neurales, tratando de compensar las dañadas. “Incluso áreas lejanas a la lesión se comportaron de manera diferente inmediatamente después“, comentó Bottom-Tanzer, enfatizando las profundas implicaciones de sus hallazgos.

A pesar de una disminución en la conectividad entre las neuronas tras una lesión, los ratones mostraron un comportamiento normal. Sin embargo, los patrones de actividad en los cerebros lesionados diferían notablemente de los cerebros sanos. El autor principal Chris Dulla resaltó las implicaciones de estos hallazgos, afirmando: “Después de una lesión cerebral traumática, esta capacidad no es tan robusta, lo que indica que tales eventos están afectando cómo el cerebro cambia de estados de una manera que aún no entendemos“.

Dada la prevalencia de las LCT y sus consecuencias en la salud, los investigadores anticipan nuevas aplicaciones clínicas para sus hallazgos. Con decenas de miles de estadounidenses sufriendo lesiones cerebrales traumáticas anualmente, estas nuevas técnicas de detección podrían mejorar las estrategias de diagnóstico y tratamiento.

Bottom-Tanzer subrayó la complejidad de las lesiones cerebrales, sugiriendo que la naturaleza dinámica del cerebro requiere un enfoque complejo para la terapia. “La mayoría de las personas piensan en el cerebro permanece en un estado, pero nuestros datos indican que hay fluctuaciones“, señaló, insinuando posibles nuevos tratamientos en terapia física y del habla.

Síguenos